Queridos Dientes,

Gracias por acompañarme mi vida entera, desde sus ancestros los de Leche, rompiendo mi encía para abrirse paso a un mundo lleno de Dulces y comida deliciosa.

Sé que no es fácil cuando le meto mano a una manzana de oro, o a unos nachos crujientes y que de verdad sé que hacen el esfuerzo por no hacerme sentir mal. No los culpo por ese verano hace varios años volverse locos y hacerme pasar por no uno, dos tratamientos de canal en menos de dos meses… tranquilos, sé que para la lucha que cogen eso era poco.

Perdonen por no cepillarlos todos los días tres veces, let’s be honest, con mi trabajo a duras penas puedo hacerlo dos veces al día… pero ahí vamos.

Recientemente me han llamado el peor de los insultos por ustedes, me dijeron que me parezco a la primera dama (a.k.a doña Margó) por la abertura que tengo entre los delanteros y eso, más que doler me ofendió…y NO, no estoy dispuesta a pasar por ese tipo de cosas porque ustedes están haciendo lo que les de la gana.

En un acto de terminar con este relajo de decidido ponerme bracers, si, esa cosa metálica que nos tienen locos, a ustedes y a mí desde el sábado, y antes de eso, ¿recuerdan todas las quejas de semana santa? pues resulta que me tuve que quitar el frenillo para facilitarles el trabajo…. y todo es por ustedes…

PERPLIS, dejen de ser unos HDP y pongan sus diferencias al lado… JÚNTENSE.

Hoy me duelen, mucho… y no puedo comer más que sopa, probablemente duremos en esto un tiempo, pero si ponen de su parte la cosa será más rápido.

Así que espero se porten bien, embrace los bracers y háganlos suyos… ame a su prójimo y póngase al derechito al lado de el… quiéralo, quierame a mí. AMAR, Básicamente.

Post-data… Mandar a hacer una caja de dientes ha pasado por mi cabeza… no me hagan.